19 décembre 2016

Roger Garaudy: "La alternativa". Rosa de Guadalupe Romero Zertuche


 
Antecedentes

El autor de este libro es filósofo de formación, autor de varios libros

entre los que se cuentan:

- Marxismo y existencialismo (1962)

- Introducción a la metodología marxista (1964)

- Estética y marxismo (1979)

El libro que nos ocupa junto con los libros:

- Ya no es posible callar (1970)

- ¿Se puede ser comunista hoy? (1970)

forman parte de los trabajos realizados después (le su expulsión del

Partido Comunista Francés en 1968.

La Alternativa basa su diagnóstico en los movimientos de protesta

estudiantiles que se dieron en Francia principalmente, aunque retorna

algunos otros ejemplos y el de México también.

Su diagnóstico aunque hecho hace más de 20 altos, no ha perdido

vigencia y sus críticas siguen teniendo relevancia.

Sin embargo, el proceso que él juzgó necesario para lograr un canmbio, no

se ha dado; más bien las contradicciones se han agudizado cayendo en

"mediaciones" más sofisticadas que impiden la participación de grandes

núcleos de población.



Cambiar el mundo cambiar la vida

En 1968 en una coyuntura personal e histórica, el autor nos plantea que

el mundo occidental está en crisis, que los valores que lo han regido ya



* Garaudy, Roger. La alternativa . Tiempo Nuevo, Colección 1Iouibre y Sociedad , Caracas,

1972.

no tienen vigencia, dado que son cuestionados por toda juventud pensante,

la cual tendría que defenderlo y reproducirlo.

Garaudy basa su diagnóstico en el análisis de las instituciones que son

el eje de la sociedad moderna:




1. La familia . En los países industrializados ha ido perdiendo poco a

poco su significación: ya no es una unidad de trabajo, cono en las

sociedades agrícolas o artesanales. No es tampoco, desde el punto de

vista moral ni técnico un foco de educación. A los ojos de la juventud,

como unidad de vivienda, o unidad de consumo ya no es autoridad, ni

valor. La familia ya no se vive como cohesión, en base a la tradición, sino como coacción por el dinero y la ley, lo que se vive copio represión, sin justificación vital.

- Dos valores que acompañan y dan soporte a la familia son la pareja

y la moral.

- En un mundo de constantes cambios y de transformación incesante

del conjunto de condiciones (le la existencia, la estabilidad de la pareja y la fidelidad para toda la vida, parecen anacrónicas y empobrecedoras.

- La moral fundada sobre el temor a las consecuencias económicas y

sociales de nuestros actos fue puesta a prueba por la revolución en los

métodos anticonceptivos, la llarnada "píldora", la cual fue acusada de

engendrar la anarquía sexual.

El rechazo a la célula básica de la sociedad señalaba a los tabúes sexuales como el eje que había que romper.



2. La educación escolarizada . Al interrogarse la juventud acerca del

contenido y valor del saber y la cultura salen a relucir el rol social de la

enseñanza y la estructura de la institución universitaria y escolar.

Las líneas de fuerza de esa crítica juvenil se inician con la sospecha

de que se inculca cierta cantidad de mitos necesarios para el mantenimiento

del statu quo, que el saber que se les imparte enmascara la realidad

en lugar de revelarla y a este reproche se suma la acusación de que

destruye la personalidad en vez de desarrollarla.

El ejercicio de las ciencias llamadas "humanas" tienen el mismo

método y sobre todo el rnismo objeto que las ciencias de la naturaleza:

la manipulación de fenómenos, que en este caso son hombres.

Garaudy se pregunta cómo considera la juventud el saber certificado

por un diploma, que le permite percibir un salario o ejercer una función

pública o dar un tratamiento y explotarlo cono patente. Para la juventud

ese saber no se presenta como una actividad personal sino como una

mercancía. Así, en 1968, la juventud demostró que no aceptaba ser

integrada en sistemas cuyos fines, valor y sentido impugnaban. Para ellos

la enseñanza escamotea el problema de los fines.

La estructura de la enseñanza representa un aspecto más de la

sociedad represiva con su sistema de ritos de iniciación que conservan

su objetivo de integrar a la juventud a la sociedad. Los maestros erigidos

en casta sacerdotal, depositarios de la tradición y del saber, se encargan

de erigir los obstáculos y de realizar las selecciones.



3. El gobierno . Las acusaciones anteriores conducen necesariamente

a una crítica política . Masivamente la juventud está al margen de los

partidos políticos e incluso, en lo general, de toda organización fundada

sobre el principio dualista de la delegación del poder, de la alienación de

éste -en las manos de un "representante" en el Parlamento,- en un

sindicato o en una iglesia. Así, la juventud se aparta de una concepción

y una práctica "dualista" de la política, según la cual un grupo de

dirigentes, aportarían a las masas la conciencia de "lo exterior", y pretenden

pensar y decidir en nombre de las masas.

En la década de los sesenta la juventud irrumpe en la vida política con

manifestaciones en las que se exige democracia directa.

Este comportamiento político de la juventud, pese a la diversidad de

condiciones nacionales en que se manifiesta, presenta por lo menos dos

características fundamentales: se desarrolla fuera de los cuadros tradicionales

de la organización política y propugna por un verdadero cambio

político que es ante todo un cambio (le los fines perseguidos y no sólo de

los medios.

En síntesis lo que la juventud denuncia es el dualismo bajo todas sus

formas: la oposición del alma y del cuerpo es el más inmediato dualismo

y resume los demás.

- Dualismo de las autoridades: Del padre, del amo, del jefe, de los

valores, de las religiones, de los partidos, de las clases dominantes y de

los hombres reducidos al papel de ejecutantes: los fines les son impuestos

desde afuera tanto en moral como en política, tanto en el trabajo como

en la literatura y las artes, y no se espera de ellos más que la integración

en ese sistema de fines, creado en condiciones históricas íntegramente

diferentes a las actuales y que no responden a las preguntas ni a las

exigencias de hoy.

Lo que la juventud anuncia es, precisamente, la urgencia de plantear

fundamentalmente el problema de los fin.e.s.

Se propone no caer en el capitalismo ni la tecnoburocracia ya que en

tales sociedades subsiste una finalidad absoluta: el crecimiento por el

crecimiento, pero se trata de una finalidad sin objetivo humano y el

juego de la competencia entre individuos, entre empresarios; entre

naciones es tal que ya nadie adopta decisiones en cuanto a los fines, sino

sólo en cuanto a los medios, para garantizar la ganancia y el crecimiento.

Hoy en día la racionalización ele las realizaciones parcialcs, en contraposición

a la irracionalidad de la sociedad global es un contraste

flagrante. Si la nación está estructurada corno cprpresa ¿cuál es el

producto que tiene por ruisión fabricar?: ltont.bres, es decir, lo contrario

de un producto.

En el curso de la década de los sesenta la gran esperanza neokeyresiana

de un sistema capitalistas que superara sus propias contradicciones se derrumbó

en todos los tientes del capitalismo por la inflación; ya que fue

evidente que el intento de. mantener el pleno enrpleoy una elevada tasa de

crecimiento engendraba alza de precios e inflación. 1 a crisis permanente

del sistema monetario es demostrada por el alto déficit de la balanza de

pagos del Estado que precisaunentc por sus inversiones domina el inundo

capitalista.

La "ayuda al Tercer Mundo" desde la base auprenta la brecha que

existe entre los países ricos y los subdesarrollados; esta ayuda ha servido

como la causa frrndanrental paca imponer al Tercer Mundo precios muy

bajos para sus materias primas y precios muy altos para los equipos que

tienen que comprar. Lo que se ha convenido en Ilaunar "ayuda al Tercer

Mundo" es, en realidad, una ayuda (le los países pobres a los ricos: por

cada divisa prestada al Tercer Mundo son dos o tres divisas las que

regresan al país "dador".

A partir del momento en que el sistema capitalista logra integrar

todos los aspectos ele la vida social en la defensa y el rutantenilniento de

su régimen económico, plantea uit prol>lerna que no puede ser resuelto

sólo por medios económicos, coreo sería por ejemplo el caurbio del

estatuto de la propiedad. El problema es el poner fin a (-.Si¡ integración

del hombre a las exigencias económicas del capitalismo.

El socialismo tampoco puede ser concebido sólo corro t u : sistema

económico. La confusión de los predios y los fines, condujo a la Unión

Soviética a considerar que el socialismo se había logrado cuando sólo una

de sus condiciones había sido satisfecha. Sin duda alguna, la abolición de la

propiedad privada de los medios de producción es condición necesaria de

la revolución, pero no es condición suficiente para arribar al socialismo.

Si un partido y sus dirigentes piensan y deciden en nombre del resto

de la población, esto no conduce a toda democracia socialista; es decir, a

una autodeterminación de los fines y a tina autogestión de los medios de

producción. De hecho el socialismo real llevó un nuevo dualismo: los

dirigentes eran quienes determinaban los fines y la distribución de la

plusvalía.

El cambio a realizar es la autogestión (¡tic no puede llevarse a cabo

en un régimen capitalista sino sólo en un régimen socialista. Autogestión

es otra manera de denominar al socialismo, que no puede ser hecho para

el pueblo, sino por el contrario es hecho por el pueblo. No "desde afuera"

y "desde arriba" sino desde adentro y desde abajo. Sólo así puede superarse

el dualismo característico (le toda sociedad de clases.

Una revolución no tendrá lit profundidad necesaria a menos que

resuelva estos dos problemas:

- Poner fin al dualismo característico de todas las sociedades desde el

fin del neolítico y desde el nacimiento de todas las civilizaciones.

- Para que esta revolución se pueda ciar- se exige que el cambio de las

estructuras esté acompañado por un cambio de conciencia.



Su utopía

Tal cambio de estructuras no tiende solamente a operar una (ransferencia

de poder y una modificación del régimen de propiedad . Tiende a

instaurar un socialismo de autogestión, es decir, e s un socialismo que

tiene por objeto poner fin a todos los dualismos y crear así las condiciones

para que cada hombre, en vez de delegar y de alienar sus poderes,

pueda acceder a la autodeterminación de los fines y a la autogestión de

la sociedad. Esta participación personal de cada hombre implica un

cambio de conciencia : no se podría realizar la autogestión con masas qué

se resignaran a ser indefinidamente dirigidas o manejadas , que aceptaran

recibir sus fines "desde afuera".

Ese cambio de conciencia no es una condición previa para el cambio

de estructura : no es tampoco una consecuencia automática del mismo.

Es posible salir del falso dilema: cambiad primero al hombre y transformaréis

después las estructuras (veinte siglos de fracaso de prédica cristiana

han demostrado la inoperancia de ese método), o bien: cambiad las

estructuras y veréis automáticamente nacer un hombre nuevo (medio siglo de

experiencia histórica socialista nos obliga a reconocer que no basta

abolir la propiedad privada de los medios de producción y transferir el

poder a un partido comunista para que se realice una democracia socialista,

para que aparezca un hombre nuevo y una cultura nueva, un nuevo

proyecto de civilización).

Para superar esas simétricas ilusiones de un espiritualismo impotente

y un materialismo ntecauicista, conviene tomar conciencia, por una

parte de que las condiciones objetivas no son "datos" metafísicos inertes,

sino obras del hombre, proyectos humanos realizados históricamente y,

en consecuencia, históriaunente transformables y superables, y por otra

parte de que la conciencia no es un reflejo pasivo, sitio acto, proyecto.

De ese proyecto activo a esas condiciones objetivas hay un constante

tránsito, un ir y venir, una unidad y homogeneidad necesaria entre los

fines perseguidos y los medios puestos en práctica para alcanzarlos. Una

acción puramente "espiritual", que postula un dualismo del alma y del

cuerpo, de la conciencia y del mundo, del hombre y (le Dios: no puede

conducir a cambiar el mundo.

Pero, contrariamente, una pura técnica revolucionaria del cambio de

las estructuras no puede conducir a hacer de cada hombre y de todo

hombre el constructor ele su propia historia.

La escuela de autogestión no puede ser sino el conjunto de las luchas

por la autogestión. A partir de allí se torna posible una democracia ya

no formal sino real. La democracia, entonces, ya no es más sólo una

técnica de organización del poder central: tiene una función educativa

cuando cada ciudadano, en la liase hace por ella el aprendizaje del acto

social de decidir.

Garaudy propone en su utopía cambiar al mundo y cambiar la vida y

da dos procesos que deben ponerse en práctica si nrultáneantente; romper

con las escisiones y acabar con los dualismos. Para lograrlo él tiene

una propuesta pedagógica y una propuesta de revolución.



La propuesta pedagógica

La pedagogía como práctica de la libertad no se limita al nivel de la

alfabetización. Se trata (le elaborar a todos los niveles, a fin de que el

estudiante de París como el analfabeto de los Andes tome conciencia de

sí mismo no en función del otro, sino a partir de sí. Y debe basarse en

tres pilares fundamentales: la informática, la estética y la prospectiva.



- La informática: ésta puede liberar la cultura de todo lo que es

acumulación de saberes, para desarrollar en el hombre sólo aquello que

es específicamente humano: plantear las cuestiones y decidir fines.

Interrogar a la computadora es, además la mejor escuela de lógica

concreta. El lenguaje en el que deben ser planteadas las preguntas exige

el mayor rigor: la imprecisión y la hueca fraseología están excluidas.

Pero la computadora nos dispensa de las tareas repetitivas y mecánicas

de pensamiento; en ella se resume la experiencia de las ciencias y las

técnicas. Es decir de retener, para el hombre, los medios para disponer

libremente la creación y la elección de los fines.



- La estética : Como aprendizaje del acto creador. Esto debe entenderse

como la ciencia y el arte de revivir y vivir, -a través de las obras

artísticas- el acto específicamente humano gracias al cual éste supera,

por un trabajo creador, por una iniciativa histórica, su propia definición,

su pasado, sus tensiones, sus alienaciones.

La estética enseña a captar y a producir la emergencia de lo nuevo.

Es, por el contacto con las obras del hombre, una iniciación en el arte de

inventar. La educación estética no es, pues, en modo alguno, una evasión

de la civilización técnica, ni tampoco un contrapeso de la formación

científica: es un componente mayor de la educación, más importante que

la educación científica y técnica, así cono la invención de los fines

precede y comanda a la búsqueda de los medios. La primera virtud a

cultivar es la imaginación.



- La prospectiva será el tercer fundamento de esa cultura hacia el

porvenir. La introducción a la prospectiva tendrá por lo menos tanta

importancia como el curso de historia. A condición de que la prospectiva

como la historia escapen al positivismo. Esto se explica porque si sólo se

ocupan de los hechos como datos, la prospectiva sólo sería una historia

invertida o una proyección tendencial, en la cual enumeramos derroteros

catastróficos o cándidamente optimistas.Se conformaría con extrapolar

el pasado haciendo abstracción de toda intervención humana.

La historia debe considerarse como proyectos realizados y la prospectiva

como proyectos realizables. La prospectiva plantea la siguiente

pregunta:

¿Qué decisiones debemos adoptar para influir en el curso de las cosas?

La metodología de la ^^ro.r^^ectirur, propiamente dicha, la invención del

futuro que no utilice sino como mi turanipolín el pasarlo, es ante todo

reflexión sobre los fines y no simple precisión tecnológica de los medios.

Su problema esencial es éste: ¿cuáles serán las consecitencias que

acarree tal o cual decisión?

No puede dejar de ser un instrumento de manipulación para convertirse

en un instrumento de cultura a menos que se impida que esté al servicio de

una dirección general, de un "estado mayor" o de uu "gobierno".

Sólo entonces la prospectiva podrá convertirse en una nielodología

de la iniciativa histórica, que nos forme en la ciencia y en el arte de

inventar, a partir de las contradicciones del presente y los posibles

futuros capaces de superarlas.

Una tal prospectiva no puede aceptar como criterio supremo la para

eficacia sectorial; dado que vivimos en un mundo de interdependencia,

sólo sería una prospectiva global.

La hipótesis del trabajo, en el comienzo trismo de la investigación,

es que la historia hntntana (tanto la historia pasada corto la historia en

vías de realizarse o la prospectiva) no puede ser tratada:

- Ni como un conjunto de objetos: como en la concepción positivista

de las ciencias de la hnntauidad, que toman sus inétodos de las ciencias

de la naturaleza.

- Ni como un conjunto de sujetos, sepa ados de la realidad y de la

historia, como en la concepción existencialista.

- Sino como un mundo de proyectos, que no son proyectos individuales,

sino proyectos históricos, intentos de superar las contradicciones

objetivas de una época.

La realidad histórica, tanto en el pasado como en el porvenir, nace de

un sinfín de posibilidades. Pero no hay simetría entre la historia y la

prospectiva, entre el pasado y el porvenir: el pasado es el lugar de lo que

está irrevocablemente hecho, el liigar de los proyectos realizados, cristalizados

en hechos, donde una posibilidad y sólo una ha triunfado.

Retrospectivamente, la historia se nos presenta, pues, corto el lugar de

la necesidad. En cambio, el porvenir es el lugar de lo que está por

hacerse, el lugar de una pluralidad de posibilidades (le las que nosotros

somos responsables. Es el lugar ele la libertad. Entre ese pasado cerrado

y ese porvenir abierto, cl presente es el tiempo de la decisión. El tiempo

del hombre.

El porvenir no es un libreto ya escrito cinc nosotros sólo tendríamos

que representar. Es una obra clic tenemos que crear. Aquí volvemos a

encontrar lo cine el marxismo tiene de fundamental. Lo esencial conforme

a la herencia de Marx, no es el marxismo, sino la prospectiva.

Una ciencia y un arte de inventar el futuro, y no uno de esos catálogos

o de esos decálogos de leyes económicas, ele principios filosóficos o de

categorías dialécticas que son la perversión. dogmática y positivista del marxismo.

Marx, basándose en los datos ele la paleontología de su tiempo,

enuncia en El capital, la teoría que no la sido invalidada, sino por lo

contrario confirmada por trabajos recientes, según la cual lo que distingue

al trabajo en su forma específica humana del trabajo animal, de la

abeja o de la hormiga, del castor o del mono estriba en que está precedido

de la conciencia de sus fines, lo que permite el cambio de herramienta.

El objeto de la actual lucha (le clases es poner fin a ese dualismo,

escapar a la "alienación" que deriva (le ello y reconquistar para el hombre

(para todo hombre) la posibilidad de ser un hombre, es decir de elegir sus fines.

Lo propio de toda educación prospectiva es ayudar a cada individuo

a tomar conciencia (le esa necesidad y de esa posibilidad.



Su propuesta

A corto plazo Garaudy propone que la revolución debe ser llevada a cabo

por el nuevo bloque histórico. Tendrá que fornarse, (y aquí es coherente

con el planteamiento grautsciano) a partir de estratos sociales, que sería

necesario absorber y que no tengan conipromiso político previo, que

actuando bajo tina iniciativa apropiada, dar a ese bloque conciencia de

su unidad y de su poder de realizar tina posibilidad histórica inédita.

Cabe aclarar que para Gar:uuly la noción de bloque histórico se opone

radicalmente a la "alianza antimonopolista" que se conforma con compromisos

entre partidos o estratos sociales heterogéneos para realizar

una coalición electoral, una alianza parlamentaria o un contrato de

gobierno. La noción del bloque histórico trata (le definir fuerzas potencialmente

capaces de realizar una mutación histórica.

Garaudy expresa que la marcha hacia la autogestión necesita conciencia

y no órdenes. El rol de la vanguardia no consiste, pues, en dirigir, sino

en ayudar a sugir, en percibir las iniciativas y en estimularlas, en ayudar

a tornar conciencia y elaborar teóricamente las exigencias a largo plazo,

en hacer brotar la autogestión como proyecto conciente. Es menos

cuestión de dirección que de pedagogía. La autogestión es una pedagogía

de la revolución y una revolución de la pedagogía.


Comentarios
Esta obra tiene , después (le 20 años, la virtud de seguir provocando,
aunque los métodos puedan estar superados ; su utopía aún está por
cumplirse.
La situación de la última década ha dentostrado que la alianza antimonopolista
tiene mayor recurrencia copio arma de lucha política. El
camino a la autogestión es temido por gobiernos , partidos y sindicatos
por igual y el corporativismo y la cooptación de "políticos emergentes"
se siguen utilizando corno medidas de control político.
La educación tan impugnada en el 68, junto con las innovaciones a
que dio origen , no ha logrado cambiar la situación anterior: ser ritos de
iniciación y formas (le selección elitistas, que no aportan un sentido
verdaderamente humano. Aquí aún hay mucho por hacer.
La familia y las relaciones (le pareja, f u eron las que en su conjunto

revelaron mayores cambios, sin embargo, habrá que esperar más generaciones

para medir la profundidad y veracidad de esos cambios.
Garaudy es tan poético y provocativo en esta obra que logra formar
una ética para la acción. Sin embargo, su vida dista mucho de reflejar lo
que aquí predicó . Solía decir Leopoldo Zea, que los grandes hombres
deben morir jóvenes para que no puedan , con sus actos u obras posteriores,
impedir que venideras juventudes puedan ser incluidas en su
utopía de cambio.