Antecedentes
El autor
de este libro es filósofo de formación, autor de varios libros
entre
los que se cuentan:
-
Marxismo y existencialismo (1962)
-
Introducción a la metodología marxista (1964)
-
Estética y marxismo (1979)
El libro
que nos ocupa junto con los libros:
- Ya no es posible callar (1970)
-
¿Se puede ser comunista hoy? (1970)
forman
parte de los trabajos realizados después (le su expulsión del
Partido
Comunista Francés en 1968.
La
Alternativa basa su diagnóstico en los movimientos
de protesta
estudiantiles
que se dieron en Francia principalmente, aunque retorna
algunos
otros ejemplos y el de México también.
Su
diagnóstico aunque hecho hace más de 20 altos, no ha perdido
vigencia
y sus críticas siguen teniendo relevancia.
Sin
embargo, el proceso que él juzgó necesario para lograr un canmbio, no
se ha
dado; más bien las contradicciones se han agudizado cayendo en
"mediaciones"
más sofisticadas que impiden la participación de grandes
núcleos
de población.
Cambiar
el mundo cambiar la vida
En 1968
en una coyuntura personal e histórica, el autor nos plantea que
el mundo
occidental está en crisis, que los valores que lo han regido ya
* Garaudy, Roger.
La alternativa . Tiempo Nuevo, Colección 1Iouibre
y Sociedad , Caracas,
1972.
no
tienen vigencia, dado que son cuestionados por toda juventud pensante,
la cual
tendría que defenderlo y reproducirlo.
Garaudy
basa su diagnóstico en el análisis de las instituciones que son
el eje
de la sociedad moderna:
1. La familia . En
los países industrializados ha ido perdiendo poco a
poco su
significación: ya no es una unidad de trabajo, cono en las
vista
moral ni técnico un foco de educación. A los ojos de
la juventud,
como
unidad de vivienda, o unidad de consumo ya no es autoridad, ni
valor.
La familia ya no se vive como cohesión, en base a la tradición, sino como
coacción por el dinero y la ley, lo que se vive copio represión, sin justificación
vital.
- Dos
valores que acompañan y dan soporte a la familia son la pareja
y
la moral.
- En un
mundo de constantes cambios y de transformación incesante
del
conjunto de condiciones (le la existencia, la estabilidad de la pareja y la
fidelidad para toda la vida, parecen anacrónicas y empobrecedoras.
-
La moral fundada sobre el temor a las
consecuencias económicas y
sociales
de nuestros actos fue puesta a prueba por la revolución en los
métodos
anticonceptivos, la llarnada "píldora", la cual fue acusada de
engendrar
la anarquía sexual.
El rechazo a la célula
básica de la sociedad señalaba a los tabúes sexuales como el eje que había que romper.
2. La educación
escolarizada . Al interrogarse la juventud acerca del
contenido
y valor del saber y la cultura salen a relucir el rol social de
la
enseñanza
y la estructura de la institución universitaria y
escolar.
Las
líneas de fuerza de esa crítica juvenil se inician con la sospecha
de que
se inculca cierta cantidad de mitos necesarios para el mantenimiento
del statu
quo, que el saber que se les imparte enmascara la realidad
en lugar
de revelarla y a este reproche se suma la acusación de que
destruye
la personalidad en vez de desarrollarla.
El
ejercicio de las ciencias llamadas "humanas" tienen el mismo
método y
sobre todo el rnismo objeto que las ciencias de la naturaleza:
la
manipulación de fenómenos, que en este caso son hombres.
Garaudy
se pregunta cómo considera la juventud el saber certificado
por un
diploma, que le permite percibir un salario o ejercer una función
pública
o dar un tratamiento y explotarlo cono patente. Para la juventud
ese
saber no se presenta como una actividad personal sino como una
mercancía.
Así, en 1968, la juventud demostró que no aceptaba ser
integrada
en sistemas cuyos fines, valor y sentido impugnaban. Para ellos
la
enseñanza escamotea el problema de los fines.
La
estructura de la enseñanza representa un aspecto más de la
sociedad
represiva con su sistema de ritos de iniciación que conservan
su
objetivo de integrar a la juventud a la sociedad. Los maestros erigidos
en casta
sacerdotal, depositarios de la tradición y del saber, se encargan
de
erigir los obstáculos y de realizar las selecciones.
3. El gobierno . Las acusaciones anteriores conducen necesariamente
a una
crítica política . Masivamente la juventud está al margen de los
partidos políticos e incluso, en lo general, de toda
organización fundada
sobre el
principio dualista de la delegación del poder, de la alienación de
éste -en
las manos de un "representante" en el Parlamento,- en un
sindicato
o en una iglesia. Así, la juventud se aparta de una concepción
y una
práctica "dualista" de la política, según la cual un grupo de
dirigentes,
aportarían a las masas la conciencia de "lo exterior", y pretenden
pensar y
decidir en nombre de las masas.
En la
década de los sesenta la juventud irrumpe en la vida política con
manifestaciones
en las que se exige democracia directa.
Este
comportamiento político de la juventud, pese a la diversidad de
condiciones
nacionales en que se manifiesta, presenta por lo menos dos
características
fundamentales: se desarrolla fuera de los cuadros tradicionales
de la
organización política y propugna por un verdadero cambio
político
que es ante todo un cambio (le los fines perseguidos y no sólo de
los
medios.
En
síntesis lo que la juventud denuncia es el dualismo bajo todas sus
formas: la oposición del alma y del cuerpo es el más
inmediato dualismo
y resume
los demás.
-
Dualismo de las autoridades: Del padre, del amo, del jefe, de los
valores,
de las religiones, de los partidos, de las clases dominantes y de
los
hombres reducidos al papel de ejecutantes: los fines les son impuestos
desde
afuera tanto en moral como en política, tanto
en el trabajo como
en la
literatura y las artes, y no se espera de ellos más que la
integración
en ese
sistema de fines, creado en condiciones históricas íntegramente
diferentes
a las actuales y que no responden a las preguntas ni a las
exigencias
de hoy.
Lo
que la juventud anuncia es, precisamente, la urgencia de
plantear
fundamentalmente
el problema de los fin.e.s.
Se
propone no caer en el capitalismo ni la tecnoburocracia ya que en
tales
sociedades subsiste una finalidad absoluta: el crecimiento por el
crecimiento,
pero se trata de una finalidad sin objetivo humano y el
juego de
la competencia entre individuos, entre empresarios; entre
naciones
es tal que ya nadie adopta decisiones en cuanto a los fines, sino
sólo en
cuanto a los medios, para garantizar la ganancia y el crecimiento.
Hoy en
día la racionalización ele las realizaciones parcialcs, en contraposición
a la
irracionalidad de la sociedad global es un contraste
flagrante.
Si la nación está estructurada corno cprpresa ¿cuál es el
producto
que tiene por ruisión fabricar?: ltont.bres, es decir, lo contrario
de un
producto.
En el
curso de la década de los sesenta la gran esperanza neokeyresiana
de un
sistema capitalistas que superara sus propias contradicciones se derrumbó
en todos
los tientes del capitalismo por la inflación; ya que fue
evidente
que el intento de. mantener el pleno enrpleoy una elevada tasa de
crecimiento
engendraba alza de precios e inflación. 1 a crisis permanente
del
sistema monetario es demostrada por el alto déficit de la balanza de
pagos
del Estado que precisaunentc por sus inversiones domina el inundo
capitalista.
La
"ayuda al Tercer Mundo" desde la base auprenta la brecha que
existe
entre los países ricos y los subdesarrollados; esta ayuda ha servido
como la
causa frrndanrental paca imponer al Tercer Mundo precios muy
bajos
para sus materias primas y precios muy altos para los equipos que
tienen
que comprar. Lo que se ha convenido en Ilaunar "ayuda al Tercer
Mundo"
es, en realidad, una ayuda (le los países pobres a los ricos: por
cada
divisa prestada al Tercer Mundo son dos o tres divisas las que
regresan
al país "dador".
A partir del momento en que el
sistema capitalista logra integrar
todos
los aspectos ele la vida social en la defensa y el rutantenilniento de
su
régimen económico, plantea uit prol>lerna que no puede ser resuelto
sólo por medios económicos, coreo sería por ejemplo el
caurbio del
estatuto
de la propiedad. El problema es el poner fin a (-.Si¡ integración
del
hombre a las exigencias económicas del capitalismo.
El
socialismo tampoco puede ser concebido sólo corro t u : sistema
económico.
La confusión de los predios y los fines, condujo a la Unión
Soviética
a considerar que el socialismo se había logrado cuando sólo una
de sus
condiciones había sido satisfecha. Sin duda alguna, la abolición de la
propiedad
privada de los medios de producción es condición necesaria de
la
revolución, pero no es condición suficiente para arribar al socialismo.
Si un
partido y sus dirigentes piensan y deciden en nombre del resto
de la población,
esto no conduce a toda democracia socialista; es decir, a
una
autodeterminación de los fines y a tina autogestión de los medios de
producción.
De hecho el socialismo real llevó un nuevo dualismo: los
dirigentes
eran quienes determinaban los fines y la distribución de la
plusvalía.
El
cambio a realizar es la autogestión (¡tic no puede llevarse a cabo
en un
régimen capitalista sino sólo en un régimen socialista. Autogestión
es otra
manera de denominar al socialismo, que no puede ser hecho para
el pueblo,
sino por el contrario es hecho por el pueblo. No "desde
afuera"
y
"desde arriba" sino desde adentro y desde abajo. Sólo así puede
superarse
el
dualismo característico (le toda sociedad de clases.
Una revolución no tendrá lit profundidad necesaria a menos
que
resuelva
estos dos problemas:
- Poner
fin al dualismo característico de todas las sociedades desde el
fin del
neolítico y desde el nacimiento de todas las civilizaciones.
- Para
que esta revolución se pueda ciar- se exige que el cambio de las
estructuras
esté acompañado por un cambio de conciencia.
Su
utopía
Tal cambio de estructuras no tiende solamente a
operar una (ransferencia
de poder y una modificación
del régimen de propiedad . Tiende a
instaurar un socialismo de
autogestión, es decir, e s un
socialismo que
tiene por objeto poner fin a todos los dualismos y
crear así las condiciones
para que cada hombre, en vez de delegar y de alienar sus poderes,
pueda acceder a la autodeterminación de los fines y
a la autogestión de
la sociedad. Esta participación personal de cada hombre
implica un
cambio de conciencia : no se podría realizar la autogestión con masas qué
se resignaran a ser indefinidamente dirigidas o
manejadas , que aceptaran
recibir sus fines "desde afuera".
Ese
cambio de conciencia no es una condición previa para el cambio
de
estructura :
no es tampoco una consecuencia
automática del mismo.
Es
posible salir del falso dilema: cambiad primero al hombre y transformaréis
después
las estructuras (veinte siglos de fracaso de
prédica cristiana
han
demostrado la inoperancia de ese método), o bien: cambiad las
estructuras
y veréis automáticamente nacer un hombre nuevo (medio
siglo de
experiencia
histórica socialista nos obliga a reconocer que no basta
abolir
la propiedad privada de los medios de producción y transferir el
poder a
un partido comunista para que se realice una democracia socialista,
para que
aparezca un hombre nuevo y una cultura nueva, un nuevo
proyecto
de civilización).
Para
superar esas simétricas ilusiones de un espiritualismo impotente
y un
materialismo ntecauicista, conviene tomar conciencia, por una
parte de
que las condiciones objetivas no son "datos" metafísicos inertes,
sino
obras del hombre, proyectos humanos realizados históricamente y,
en consecuencia,
históriaunente transformables y superables, y por otra
parte de
que la conciencia no es un reflejo pasivo, sitio acto, proyecto.
De ese
proyecto activo a esas condiciones objetivas hay un constante
tránsito,
un ir y venir, una unidad y homogeneidad necesaria entre los
fines
perseguidos y los medios puestos en práctica para alcanzarlos. Una
acción
puramente "espiritual", que postula un dualismo del alma y del
cuerpo,
de la conciencia y del mundo, del hombre y (le Dios: no puede
conducir a cambiar el mundo.
Pero, contrariamente, una pura
técnica revolucionaria del cambio de
las estructuras no puede conducir
a hacer de cada hombre y de todo
hombre el constructor ele su
propia historia.
La
escuela de autogestión no puede ser sino el conjunto de las luchas
por la
autogestión. A partir de allí se torna posible una democracia ya
no formal sino real. La democracia, entonces, ya no es
más sólo una
técnica
de organización del poder central: tiene una función educativa
cuando
cada ciudadano, en la liase hace por ella el aprendizaje del acto
social
de decidir.
Garaudy
propone en su utopía cambiar al mundo y cambiar la vida y
da dos
procesos que deben ponerse en práctica si nrultáneantente; romper
con las
escisiones y acabar con los dualismos. Para lograrlo él tiene
una
propuesta pedagógica y una propuesta de revolución.
La
propuesta pedagógica
La
pedagogía como práctica de la libertad no se limita al nivel de la
alfabetización.
Se trata (le elaborar a todos los niveles, a fin de que el
estudiante
de París como el analfabeto de los Andes tome conciencia de
sí mismo
no en función del otro, sino a partir de sí. Y debe basarse en
tres
pilares fundamentales: la informática, la estética y la prospectiva.
- La informática: ésta
puede liberar la cultura de todo lo que es
acumulación
de saberes, para desarrollar en el hombre sólo aquello que
es
específicamente humano: plantear las cuestiones y decidir fines.
Interrogar
a la computadora es, además la mejor escuela de lógica
concreta.
El lenguaje en el que deben ser planteadas las preguntas exige
el mayor
rigor: la imprecisión y la hueca fraseología están excluidas.
Pero la
computadora nos dispensa de las tareas repetitivas y mecánicas
de
pensamiento; en ella se resume la experiencia de las ciencias y las
técnicas.
Es decir de retener, para el hombre, los medios para disponer
libremente
la creación y la elección de los fines.
- La estética : Como
aprendizaje del acto creador. Esto debe entenderse
como la
ciencia y el arte de revivir y vivir, -a través de las obras
artísticas-
el acto específicamente humano gracias al cual éste supera,
por un
trabajo creador, por una iniciativa histórica, su propia definición,
su
pasado, sus tensiones, sus alienaciones.
La
estética enseña a captar y a producir la emergencia de lo nuevo.
Es, por
el contacto con las obras del hombre, una iniciación en el arte de
inventar.
La educación estética no es, pues, en modo alguno, una evasión
de la
civilización técnica, ni tampoco un contrapeso de la formación
científica:
es un componente mayor de la educación, más importante que
la
educación científica y técnica, así cono la invención de los fines
precede
y comanda a la búsqueda de los medios. La primera virtud a
cultivar
es la imaginación.
- La prospectiva será
el tercer fundamento de esa cultura hacia el
porvenir.
La introducción a la prospectiva tendrá por lo menos tanta
importancia
como el curso de historia. A condición de que la prospectiva
como la
historia escapen al positivismo. Esto se explica porque si sólo se
ocupan
de los hechos como datos, la prospectiva sólo sería una historia
invertida
o una proyección tendencial, en la cual enumeramos derroteros
catastróficos
o cándidamente optimistas.Se conformaría con extrapolar
el
pasado haciendo abstracción de toda intervención humana.
La
historia debe considerarse como proyectos realizados y la prospectiva
como
proyectos realizables. La prospectiva plantea la siguiente
pregunta:
¿Qué
decisiones debemos adoptar para influir en el curso de las cosas?
La metodología
de la ^^ro.r^^ectirur, propiamente dicha, la invención del
futuro
que no utilice sino como mi turanipolín el pasarlo, es ante todo
reflexión
sobre los fines y no simple precisión tecnológica de los medios.
Su
problema esencial es éste: ¿cuáles serán las consecitencias que
acarree tal o cual decisión?
No puede dejar de ser un
instrumento de manipulación para convertirse
en un instrumento de cultura a
menos que se impida que esté al servicio de
una dirección general, de un
"estado mayor" o de uu "gobierno".
Sólo
entonces la prospectiva podrá convertirse en una nielodología
de la
iniciativa histórica, que nos forme en la ciencia y en el arte de
inventar,
a partir de las contradicciones del presente y los posibles
futuros
capaces de superarlas.
Una tal
prospectiva no puede aceptar como criterio supremo la para
eficacia
sectorial; dado que vivimos en un mundo de interdependencia,
sólo sería una prospectiva global.
La
hipótesis del trabajo, en el comienzo trismo de la investigación,
es que la
historia hntntana (tanto la historia pasada corto la historia en
vías de
realizarse o la prospectiva) no puede ser tratada:
- Ni como
un conjunto de objetos: como en la concepción positivista
de las
ciencias de la hnntauidad, que toman sus inétodos de las ciencias
de la
naturaleza.
- Ni como
un conjunto de sujetos, sepa ados de la realidad y de la
historia,
como en la concepción existencialista.
- Sino
como un mundo de proyectos, que no son proyectos individuales,
sino
proyectos históricos, intentos de superar las contradicciones
objetivas
de una época.
La
realidad histórica, tanto en el pasado como en el porvenir, nace de
un sinfín
de posibilidades. Pero no hay simetría entre la historia y la
prospectiva,
entre el pasado y el porvenir: el pasado es el lugar de lo que
está
irrevocablemente hecho, el liigar de los proyectos realizados, cristalizados
en
hechos, donde una posibilidad y sólo una ha triunfado.
Retrospectivamente,
la historia se nos presenta, pues, corto el lugar de
la
necesidad. En cambio, el porvenir es el lugar de lo que está por
hacerse,
el lugar de una pluralidad de posibilidades (le las que nosotros
somos
responsables. Es el lugar ele la libertad. Entre ese pasado cerrado
y ese
porvenir abierto, cl presente es el tiempo de la decisión. El tiempo
del
hombre.
El
porvenir no es un libreto ya escrito cinc nosotros sólo tendríamos
que
representar. Es una obra clic tenemos que crear. Aquí volvemos a
encontrar
lo cine el marxismo tiene de fundamental. Lo esencial conforme
a la
herencia de Marx, no es el marxismo, sino la prospectiva.
Una
ciencia y un arte de inventar el futuro, y no uno de esos catálogos
o de
esos decálogos de leyes económicas, ele principios filosóficos o de
categorías
dialécticas que son la perversión. dogmática y positivista del marxismo.
Marx,
basándose en los datos ele la paleontología de su tiempo,
enuncia
en El capital, la teoría que no la sido invalidada, sino por lo
contrario
confirmada por trabajos recientes, según la cual lo que distingue
al
trabajo en su forma específica humana del trabajo animal, de la
abeja o
de la hormiga, del castor o del mono estriba en que está precedido
de la
conciencia de sus fines, lo que permite el cambio de herramienta.
El
objeto de la actual lucha (le clases es poner fin a ese dualismo,
escapar
a la "alienación" que deriva (le ello y reconquistar para el hombre
(para
todo hombre) la posibilidad de ser un hombre, es decir de elegir sus fines.
Lo
propio de toda educación prospectiva es ayudar a cada individuo
a tomar
conciencia (le esa necesidad y de esa posibilidad.
Su
propuesta
A corto
plazo Garaudy propone que la revolución debe ser llevada a cabo
por el nuevo
bloque histórico. Tendrá que fornarse,
(y aquí es coherente
con el
planteamiento grautsciano) a partir de estratos sociales, que sería
necesario absorber y que no tengan conipromiso político previo, que
actuando
bajo tina iniciativa apropiada, dar a ese bloque conciencia de
su
unidad y de su poder de realizar tina posibilidad histórica inédita.
Cabe
aclarar que para Gar:uuly la noción de bloque histórico se opone
radicalmente
a la "alianza antimonopolista"
que se conforma con compromisos
entre
partidos o estratos sociales heterogéneos para realizar
una
coalición electoral, una alianza parlamentaria
o un contrato de
gobierno.
La noción del bloque histórico trata (le definir fuerzas potencialmente
capaces
de realizar una mutación histórica.
Garaudy
expresa que la marcha hacia la autogestión necesita conciencia
y
no órdenes. El rol de la vanguardia no consiste,
pues, en dirigir, sino
en
ayudar a sugir, en percibir las iniciativas y en estimularlas, en ayudar
a tornar
conciencia y elaborar teóricamente las exigencias a largo plazo,
en hacer
brotar la autogestión como proyecto conciente. Es menos
cuestión
de dirección que de pedagogía. La autogestión es una pedagogía
de la
revolución y una revolución de la pedagogía.
Comentarios
Esta
obra tiene ,
después (le 20 años, la virtud de
seguir provocando,
aunque
los métodos puedan estar superados ; su utopía aún está por
cumplirse.
La
situación de la última década ha dentostrado que la alianza antimonopolista
tiene
mayor recurrencia copio arma de lucha política. El
camino a
la autogestión es
temido por gobiernos , partidos y sindicatos
por
igual y el corporativismo y la cooptación de "políticos emergentes"
se
siguen utilizando corno medidas de control político.
La
educación tan impugnada en el 68, junto con las innovaciones a
que dio
origen ,
no ha logrado cambiar la situación
anterior: ser ritos de
iniciación
y
formas (le selección elitistas, que no
aportan un sentido
verdaderamente humano. Aquí
aún hay mucho por hacer.
La familia y las relaciones (le pareja, f u
eron las que en su conjunto
revelaron mayores cambios, sin embargo, habrá que
esperar más generaciones
para medir la profundidad y veracidad de esos cambios.
Garaudy
es tan
poético y provocativo en esta obra que
logra formar
una
ética para la acción. Sin embargo, su vida dista mucho de reflejar lo
que aquí
predicó .
Solía decir Leopoldo Zea, que los
grandes hombres
deben
morir jóvenes para que no puedan , con sus actos u obras posteriores,
impedir
que venideras juventudes puedan ser incluidas en su
utopía
de cambio.