RELIGIÓN JUDÍOS, CRISTIANOS Y MUSULMANES PARTICIPAN EN UNAS JORNADAS
El filósofo Roger Garaudy afirma en Valencia que "el siglo XXI será espiritual o no será"
Ferran Bono Valencia 4 DIC 1998
http://elpais.com/diario/1998/12/04/cvalenciana/912802700_850215.html
El escritor francés Roger Garaudy parafrasea a André Malraux para
mostrar su convencimiento de que "el siglo XXI será espiritual, o no
será" en referencia al peligro atómico. "Si continuamos como en el siglo
XX, mis hijos y mis nietos nunca tendrán mi edad", añade el
controvertido filósofo de 85 años que rechaza el actual "monoteísmo de
mercado impuesto por los EE UU" porque no da sentido a la vida, por lo
que apela a la espiritualidad de todas las religiones para trasformar la
realidad. Garaudy participa en las jornadas convocadas por la
Universdad de Valencia que rememora sus orígenes al reunir a pensadores
judíos, cristianos y musulmanes para dialogar sobre la tolerancia.
Antiguo ideólogo del Partido Comunista Francés, del que fue expulsado a finales de los sesenta -"por decir que lo de la Unión Soviética no era socialismo", apunta su mujer Salman Farouqui-, Garaudy defendió una simbiosis entre el marxismo y el cristianismo hasta que en 1982 se convirtió al Islam, en el que entró "con La Biblia bajo un brazo y El capital en el otro", recuerda mientras esboza una sonrisa. Hoy defiende el marxismo como una metodología de trabajo imprescindible. Autor de 53 libros, el filósofo francés postula la "necesidad de una teología de la liberación en el Islam, de un [Concilio] Vaticano II", que recoja el "mensaje vivo de Jesús que une las interioridades de la fe con la lucha por la justicia social". "Desgraciadamente en la iglesia católica ha desaparecido el espíritu del Vaticano II y me parece que el siglo XXI no resistirá 100 años sin una espiritualidad común a todos los que piensan que la vida tiene un sentido. Ahora, la religión universal que domina el mundo es el monoteísmo impuesto por EE UU. Significa la fe en un solo dios: el dolar. Esto priva a nuestra vida de toda significación porque el hombre está considerado sólo un consumidor y productor, cuando no es un parado. Me parece muy importante que todos los hombres de fe, cristianos, judíos o musulmanes, luchen contra ese monoteísmo". Garaudy enfatiza sus palabras con gestos vehementes y se desplaza con soltura para su avanzada edad y su elevada estatura. Ante la pregunta de cómo se ha de articular esa lucha, descarta las armas y propone un "boicot contra de EE UU y sus vasallos, el primero de ellos Israel, que es exactamente el complemento estratégico de los americanos". Su discurso le ha granjeado el apoyo de buena parte de la intelectualidad árabe. Polémica sobre el genocidio Hace unos dos años fue condenado en Francia a pagar una multa de tres millones de pesetas por "negación de crimen contra la humanidad", según indicó la sentencia que aludía a los juicios emitidos por Garaudy en su libro Los mitos fundadores de la política israelí. En él, sostiene que las cifras del exterminio judío han sido "arbitrariamente manipuladas". Con tranquilidad pero dando la sensación de querer pasar pronto el polémico capítulo, el escritor comenta que sus opiniones fueron deformadas por el sionismo. "No es un problema religioso. El judaísmo es una religión que respeta, pero el sionismo es ateísta y colonialista. Nunca he negado que muchos judíos murieron. Cuando dicen que es el genocidio más grande del universo, es cierto respecto a la religión judía. Nunca sufrieron un pogromo tan terrible. Pero en la historia hay muchos genocidios, como los 60 millones de indios y negros muertos por la esclavitud y el colonialismo". Recientemente se ha publicado un libro de apoyo a la figura de Garaudy que recoge textos de Levy-Strauss, Yehudi Menuhin, Helder Camara, entre otros. Impulsor del Instituto para el diálogo de las culturas y director de la Fundación Torre de la Calahorra, en Córdoba, Garaudy considera que el fundamentalismo es una enfermedad del Islam, que lee literalmente el Corán y busca soluciones a problemas actuales volviendo al pasado. "Eso está mal. Un futuro sin futuro con los EE UU y un futuro que es un retorno al pasado. No son soluciones". Tampoco lo es, a su juicio, el liberalismo, "que está acentuando la diferencia entre el pobre y el rico". "Hace 30 años", añade, "había 30 pobres por un rico, ahora hay 80 por uno. Esto es el fin de la historia humana y el principio de una historia animal. Un teórico del capitalismo inicial, Hobbes, ya decía: El hombre es un lobo para el hombre". Tras rechazar como falsa la praxis democrática, por la gran mayoría de excluídos y pobres que genera, Garaudy dice que la fe del siglo XXI será de todos los hombres, sean de la religión que sean, que crean que la vida tiene un sentido.
Antiguo ideólogo del Partido Comunista Francés, del que fue expulsado a finales de los sesenta -"por decir que lo de la Unión Soviética no era socialismo", apunta su mujer Salman Farouqui-, Garaudy defendió una simbiosis entre el marxismo y el cristianismo hasta que en 1982 se convirtió al Islam, en el que entró "con La Biblia bajo un brazo y El capital en el otro", recuerda mientras esboza una sonrisa. Hoy defiende el marxismo como una metodología de trabajo imprescindible. Autor de 53 libros, el filósofo francés postula la "necesidad de una teología de la liberación en el Islam, de un [Concilio] Vaticano II", que recoja el "mensaje vivo de Jesús que une las interioridades de la fe con la lucha por la justicia social". "Desgraciadamente en la iglesia católica ha desaparecido el espíritu del Vaticano II y me parece que el siglo XXI no resistirá 100 años sin una espiritualidad común a todos los que piensan que la vida tiene un sentido. Ahora, la religión universal que domina el mundo es el monoteísmo impuesto por EE UU. Significa la fe en un solo dios: el dolar. Esto priva a nuestra vida de toda significación porque el hombre está considerado sólo un consumidor y productor, cuando no es un parado. Me parece muy importante que todos los hombres de fe, cristianos, judíos o musulmanes, luchen contra ese monoteísmo". Garaudy enfatiza sus palabras con gestos vehementes y se desplaza con soltura para su avanzada edad y su elevada estatura. Ante la pregunta de cómo se ha de articular esa lucha, descarta las armas y propone un "boicot contra de EE UU y sus vasallos, el primero de ellos Israel, que es exactamente el complemento estratégico de los americanos". Su discurso le ha granjeado el apoyo de buena parte de la intelectualidad árabe. Polémica sobre el genocidio Hace unos dos años fue condenado en Francia a pagar una multa de tres millones de pesetas por "negación de crimen contra la humanidad", según indicó la sentencia que aludía a los juicios emitidos por Garaudy en su libro Los mitos fundadores de la política israelí. En él, sostiene que las cifras del exterminio judío han sido "arbitrariamente manipuladas". Con tranquilidad pero dando la sensación de querer pasar pronto el polémico capítulo, el escritor comenta que sus opiniones fueron deformadas por el sionismo. "No es un problema religioso. El judaísmo es una religión que respeta, pero el sionismo es ateísta y colonialista. Nunca he negado que muchos judíos murieron. Cuando dicen que es el genocidio más grande del universo, es cierto respecto a la religión judía. Nunca sufrieron un pogromo tan terrible. Pero en la historia hay muchos genocidios, como los 60 millones de indios y negros muertos por la esclavitud y el colonialismo". Recientemente se ha publicado un libro de apoyo a la figura de Garaudy que recoge textos de Levy-Strauss, Yehudi Menuhin, Helder Camara, entre otros. Impulsor del Instituto para el diálogo de las culturas y director de la Fundación Torre de la Calahorra, en Córdoba, Garaudy considera que el fundamentalismo es una enfermedad del Islam, que lee literalmente el Corán y busca soluciones a problemas actuales volviendo al pasado. "Eso está mal. Un futuro sin futuro con los EE UU y un futuro que es un retorno al pasado. No son soluciones". Tampoco lo es, a su juicio, el liberalismo, "que está acentuando la diferencia entre el pobre y el rico". "Hace 30 años", añade, "había 30 pobres por un rico, ahora hay 80 por uno. Esto es el fin de la historia humana y el principio de una historia animal. Un teórico del capitalismo inicial, Hobbes, ya decía: El hombre es un lobo para el hombre". Tras rechazar como falsa la praxis democrática, por la gran mayoría de excluídos y pobres que genera, Garaudy dice que la fe del siglo XXI será de todos los hombres, sean de la religión que sean, que crean que la vida tiene un sentido.