(-Carátula del DVD. Don Quijote de Honoré Daumier-)
Con la muerte de una fecunda simiente, se inicia un nuevo ciclo de vida: la germinación, la planta, copiosos frutos…
Tras la reciente muerte del gran filósofo francés Roger Garaudy
-acaecida el pasado día 13 de junio, en Paris-, Salma Al-Farouki
-directora palestina de la Casa Andalusí en Córdoba, España, quien se
enamorara apasionadamente del idealismo de la Filosofía Universal de
Garaudy, y le acompañara en los momentos más fecundos de su obra sobre
el Diálogo de Civilizaciones y Culturas-, me envía para su reseña en
los medios de comunicación, el filme biográfico que en su día le
realizara una prestigiosa televisión francesa, para la serie Trayectorias del Siglo XX.
El poético título de A contre nuit,
que enraíza sus antecedentes en el libro de poemas homónimo del
filósofo, recuerdo me confió, personalmente, que su poesía y filosofía
bien pudieran considerarse, identificadas espiritualmente con La noche oscura del alma de San Juan de la Cruz, como “Luz en la noche, luces contra la oscuridad…”; por lo que los títulos del libro y el filme, necesariamente, pueden traducirse “Contra la oscuridad”… -significado éste que tuvo siempre el perseverante sentido y fin último de su vida, su filosofía, su obra…-
Tuve la inmensa fortuna de trabajar con el gran humanista, filósofo, poeta…, entre otros cometidos: en el proyecto de La Historia del Libro en Al-Andalus y en la actualización de su multivisión Epopeya de la Cultura Universal. En ella, en los últimos años del siglo XX, difundía su idealismo, se pensamiento y sus inquietudes acerca del Dialogo de Civilizaciones, Culturas y Religiones, en su Fundación de las Tres Culturas que, como Puente entre Oriente y Occidente, él estableció en la sempiterna “Ciudad del Diálogo” -y que antaño fuera histórica Capital de Al-Andalus-, Córdoba…
Aunque ya conocía buena parte de su prolífica obra, y que muchos de sus libros me influenciaron profundamente -La alternativa, Palabra de hombre, El proyecto esperanza, Por un diálogo de civilizaciones, Mi vuelta al siglo en solitario…-,
textos enriquecedores que tuve durante mucho tiempo como libros de
cabecera; infinitamente más enriquecedora fue la relación personal con
el Maestro en Humanidad, humilde, sencillo e infatigable trabajador del diálogo y el entendimiento, a través de la filosofía, la ideología, la poesía, la espiritualidad…,
a quien nunca le tembló ni la voz ni el pulso en sus enseñanzas, a la
hora de denunciar los males del planeta: las corrupciones, las
injusticias, las guerras, las violencias, las inhumanidades, la
pobreza, el hambre, la miseria…
El filme A contre nuit, semblanza de Roger Garaudy para citada serie de Trayectorias del Siglo XX, es un documento imprescindible de conocer por todo aquel que mínimamente se interese por el autor y por el Humanismo Contemporáneo.
Sus enseñanzas y denuncias, contenidas en el filme documental, acerca
de los males de ese último siglo -que vienen condenando al planeta a
la deshumanización, a la desnaturalización, al desastre…-, son
bienintencionadas premoniciones que provocan una seria y profunda
reflexión acerca de nuestro destino personal y social y del sentido
último de nuestra existencia.
En el documental, se plasman hechos y situaciones cruciales de la
sociedad de su tiempo y de la vida de Garaudy como: sus afinidades
culturales y humanistas, sus disertaciones sobre la función social del
arte universal y los grandes artistas, sus relaciones con grandes
personajes coetáneos -Pablo Picasso, Helder Cámara, Yehudi Menuhin…-,
sus disensiones políticas, ideológicas y doctrinales, sus denuncias de
los males de los integrismos -del catolicismo, del islamismo, del
judaísmo…-
En definitiva, una acertada síntesis esencial de su vida y su obra…
Colaborador esforzado y muy comprometido con la inconclusa gran obra de la Creación,
a la que Dios, a todos, libremente llama, Garaudy -tras filmarle una
entrevista para un programa europeo de televisión, en su casa andalusí,
en el corazón de la judería cordobesa-, me confesó, con la sencillez y
claridad que le caracterizaban: “Mi vida, al igual que la de Don
Quijote, ha consistido en una sucesión de idealistas y muy diversas
aventuras…, de ninguna de ellas me arrepiento porque, el “desfacer
entuertos” por un mundo mejor, ha sido y estado siempre en la punta de
mi lanza… Para que todas las familias humanas se relacionen, según las
enseñanzas y bienaventuranzas del profeta de Nazaret, he vivido en el
seno de algunas de ellas para conocerlas a fondo y poder buscar mejor
su entendimiento y convivencia… Otro mundo mejor es posible…”
Claro es que, en la gran obra de la Creación -y máxime en las colaboraciones de los grandes personajes-, como “nunca llueve a gusto de todos” y “el mundo está hecho de luces y de sombras”,
Garaudy siempre tuvo sus defensores y sus detractores. Sus defensores
-al igual que todo el que persigue la concordia- siempre estuvieron del
lado de la luz; sus detractores -acaso maquiavélicos amantes de la discordia-, sibilinamente, se decidieron por las sombras…
A poco de su fallecimiento, las amplias redes de Internet, al igual
que en la literatura universal lo fueran las obras de Maimónides, de
Ibn Arabi, de San Juan de la Cruz…, son fértiles praderas en las que la
fecunda semilla del gran humanista, germina y crece, crece, crece… Ni
el filósofo, ni el poeta, falleció, su obra trasciende…
El documental A contre nuit, resume, con esencial contundencia, lo que fue la vida y la obra de Garaudy, con aciertos y desaciertos, luchar Contra la oscuridad…
De mi colaboración, vivencias y lecciones aprendidas del Maestro, una
luminosa e inolvidable semblanza me quedó muy clara: “El idealista Garaudy tuvo siempre a Don Quijote en el pensamiento y a Jesús de Nazaret en el corazón…”